Blog de economía contra la sabiduría convencional

viernes, 19 de febrero de 2010

El arte y virtud de la memoria

Retorno a mi querida bitácora después de un mes abandonada, el tiempo exacto que ha supuesto de mi época de exámenes. Cada cuatro meses me asaltan las mismas preguntas: ¿es necesario memorizar tanto? ¿un economista se gana aprendiendo demostraciones de memoria? Entre resignación y enfado escribo estas líneas, que poco tienen que aportar a Rankia, y al tema de la economía en general.

Las protestas que se han levantado contra el Espacio Europeo de Educación Superior, contrastan con los intereses de los que sufrimos en carnes una enseñanza de mala calidad, que no involucra a los profesores, y que hace a los alumnos poco críticos, emprendedores y capaces.

Contrasta ésto con la polvareda que está generando el proceso de pacto de estado en materia de educación, sobre todo secundaria, pero poco se está hablando de la educación superior. Hay una serie de problemas que señalan los expertos, y si pensamos un poco, son de bastante sentido común.

Los precios públicos que paga por la matrícula un estudiante de universidad, están en torno a 700-800€, siendo el coste real de cerca de 5000€. En Granada, la tercera convocatoria de una misma asignatura supone un incremento de un 50% de su precio, un máximo de unos 1200 €. Es decir, el peor alumno posible paga la cuarta parte del precio real de su matrícula. El despilfarro de recursos que supone esto es increíble. Por otra parte, las becas del Ministerio de Educación son exiguas, escasamente cubren el coste sólo del alquiler, y no premian a los estudiantes de mejores resultados.

Los resultados ya se conocen. En España hay una cantidad de titulados por población superior a la media europea, titulados a los que les cuesta encontrar trabajo, y que se sienten frustrados, por no ver resultados después de haber memorizado tanto.

Cuando se dice de elevar las tasas universitarias de las universidades públicas, uno puede estar condenado a cualquier tipo de insulto, ya que estas medidas juegan en contra de la equidad, la igualdad de oportunidades, el desarrollo personal y un largo etcétera. Un aumento de las tasas no tiene por qué suponer un golpe a la equidad, si se articula con un sistema de becas, y de préstamos a universitarios que funcione. Y digo que funcione porque en materia de educación el fraude en becas es enorme. Si se subvenciona a los que menos renta tienen y muestran más resultados, realmente sí se estará consiguiendo una mayor equidad.

Los jóvenes que vienen de centros concertados, por una mayor calidad de enseñanza, o por otras causas menos patentes pero también existentes, obtienen mejores resultados académicos de los promedios de la educación pública, por lo que pueden decidir en una clara desigualdad qué titulación estudiarán, y los que tengan menos notas, con suerte quedarán por encima de las notas de corte de las universidades públicas.

Resultado: la universidad pública es más aprovechada por aquellos individuos de mayor renta, cuando se supone que debería ser lo contrario. Un aumento de las tasas universitarias podría hacer que los individuos de mayor renta se planteasen estudiar en centros privados, se podría primar el esfuerzo de los alumnos con mayor rendimiento, y con los recursos propios que se obtendrían, podrían mejorarse tecnologías e infraestructuras, y por qué no, las universidades públicas podrían competir contra las privadas en calidad de enseñanza, si el Sector Público las incentivara para captar alumnos. Si esto se llevara a cabo, el principal beneficiado sería el estudiante. España es uno de los países donde el coste de la enseñanza superior pública es menor .

Admito todo tipo de críticas por lo que hoy escribo, es algo que me llevaba corroyendo bastante tiempo, y que tenía ganas de expresar en un lugar de libre expresión como éste.



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jueves, 7 de enero de 2010

Educación en la OCDE e informe PISA

El tema de la educación lleva atrayendo mi atención desde el momento en que descubrí la existencia del informe PISA, o en sus siglas españolas, Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes. En él se evalúan, cada tres años, las aptitudes lectoras, en matemáticas y ciencias naturales de unos 5000 - 10000 estudiantes, de más de 60 países.

Los resultados de este informe no dejan a nadie indiferente. Conocidas son las malas calificaciones que reciben los estudiantes de muchos países desarrollados, de los que se podría esperar mucho más. Aquí se puede ver el último informe disponible, el de 2006. Las pruebas de 2009 ya se han realizado, pero los resultados del informe saldrán a la luz este año.

Pienso que gracias a esta publicación se ha hecho famosa la educación finlandesa, que obtiene entre el primer y segundo puesto en todos los tests de 2006. Cabe preguntarse por qué, y en qué se equivocan los demás países. No es una pregunta fácil de responder, hay gran cantidad de publicaciones que se centran en factores diferentes. Aquí hay un artículo de Javier Melgarejo Draper, donde resume el estudio llevado a cabo en su tesis doctoral, sobre la educación en Finlandia. Llega a la conclusión de que la variable crítica del estudio es la formación del profesor de escuela. No quiero adulterar al interpretar más en profundidad sus conclusiones, por lo que prefiero que lo juzguen por si mismos.

Hay que reconocer que la situación económica de este país es, dentro de lo que cabe, encomiable. Para no escribir tanto, dejo aquí unas gráficas:


Como se puede juzgar por la "pasmosa" calidad de las ilustraciones, son de elaboración propia.
Finlandia tiene un mayor PIB per cápita que España, y lo que es más importante aun, las predicciones estiman que éste se recupere de forma más rápida que en el caso español. Y no es que este país haya salido indemne de la crisis, ya que, tal y como se ve en el grafico 2, su caída ha sido superior a la que se da en España.

Al atribuir todos los méritos de esta envidiable recuperación a una educación de mayor calidad, podíamos pecar de simplistas. Es cierto que en parte se deberá a ello, pero no es fácil saberlo. Aunque si queremos (o como quieren nuestros dirigentes políticos) que nuestra economía se base en la innovación y el conocimiento, deberíamos ir aprendiendo lecciones de países donde se toman la educación en serio. Sin embargo, en nuestro país los debates no se centran estos temas, sino en la necesidad o no de tener crucifijos en clase, y multitud de nimiedades de escasa importancia.


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