Blog de economía contra la sabiduría convencional

viernes, 26 de febrero de 2010

Las cosas no suelen ser tan claras

Como muchos sabéis, el gobierno eliminó hace tiempo los incentivos a la compra de viviendas, por los perversos resultados que tuvieron en el desarrollo de la crisis, pero también se argumentó que con ello se quería fomentar el alquiler. Se suele asociar este tipo de tenencia de la vivienda con una mayor movilidad de la fuerza laboral. La teoría clásica defiende que, ante movilidad de los factores, el desempleo de los mismos es voluntario, si un trabajador pierde su puesto de trabajo, dejará su lugar de residencia e irá adonde encuentre un puesto de trabajo, aunque gane menos de lo obtenía antes.

Por tanto, puede parecer obvio que, a mayor movilidad de los trabajadores, el desempleo será menor. Es, diría yo, casi imposible medir la movilidad de los trabajadores dentro de un país, depende de factores sociológicos propios de cada persona o región. Opté por un indicador de la movilidad relacionado con el mercado de la vivienda, y éste es el porcentaje de hogares con una vivienda en alquiler. El sentido común podría decirnos que, a mayor porcentaje de población viviendo de alquiler, el desempleo será menor, por tener menos taras a la hora de desplazarse de un lugar a otro para encontrar trabajo.

Los resultados obtenidos para algunos países de la UE (los que faltan no han sido excluidos a mi criterio, he usado aquellos en los que todas las variables estaban disponibles), se reflejan en los siguientes gráficos (todos los datos están extraídos de EUROSTAT, referidos a 2007).



Tal y como se observa, esta teoría choca con los datos de Europa. Era de esperar una relación inversa entre vivienda en propiedad en desempleo, pero la relación no existe ni siquiera para el desempleo de larga duración. La única correlación más evidente que se puede encontrar es la que relaciona la tenencia de la vivienda con la renta per cápita:


Lo cual es completamente coherente con el sentido común, ya que la ausencia de hipotecas, hace que el porcentaje de la renta destinada a la vivienda sea menor.

Por último me gustaría señalar que la ocurrencia de dos fenómenos simultáneos no quiere decir que uno produzca al otro. Plosser y Schwert (1978) descubrieron que la renta nacional de EEUU se explica en más de un 90% por el número de manchas solares acumuladas, cosa que poca gente en su sano juicio defendería.
Para afirmar que correlación implica causalidad se necesita primero, una teoría que justifique esta causalidad. Si esto no es así, se da una correlación espúrea (Albi, González-Páramo).

Para terminar, volviendo al principio del post, señalar que muchos razonamientos teóricos no se sostienen ante la experiencia, siempre con cierto escepticismo por el análisis tan rudimentario que se ha llevado a cabo. El régimen de propiedad de la vivienda no parece explicar el desempleo.

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viernes, 19 de febrero de 2010

El arte y virtud de la memoria

Retorno a mi querida bitácora después de un mes abandonada, el tiempo exacto que ha supuesto de mi época de exámenes. Cada cuatro meses me asaltan las mismas preguntas: ¿es necesario memorizar tanto? ¿un economista se gana aprendiendo demostraciones de memoria? Entre resignación y enfado escribo estas líneas, que poco tienen que aportar a Rankia, y al tema de la economía en general.

Las protestas que se han levantado contra el Espacio Europeo de Educación Superior, contrastan con los intereses de los que sufrimos en carnes una enseñanza de mala calidad, que no involucra a los profesores, y que hace a los alumnos poco críticos, emprendedores y capaces.

Contrasta ésto con la polvareda que está generando el proceso de pacto de estado en materia de educación, sobre todo secundaria, pero poco se está hablando de la educación superior. Hay una serie de problemas que señalan los expertos, y si pensamos un poco, son de bastante sentido común.

Los precios públicos que paga por la matrícula un estudiante de universidad, están en torno a 700-800€, siendo el coste real de cerca de 5000€. En Granada, la tercera convocatoria de una misma asignatura supone un incremento de un 50% de su precio, un máximo de unos 1200 €. Es decir, el peor alumno posible paga la cuarta parte del precio real de su matrícula. El despilfarro de recursos que supone esto es increíble. Por otra parte, las becas del Ministerio de Educación son exiguas, escasamente cubren el coste sólo del alquiler, y no premian a los estudiantes de mejores resultados.

Los resultados ya se conocen. En España hay una cantidad de titulados por población superior a la media europea, titulados a los que les cuesta encontrar trabajo, y que se sienten frustrados, por no ver resultados después de haber memorizado tanto.

Cuando se dice de elevar las tasas universitarias de las universidades públicas, uno puede estar condenado a cualquier tipo de insulto, ya que estas medidas juegan en contra de la equidad, la igualdad de oportunidades, el desarrollo personal y un largo etcétera. Un aumento de las tasas no tiene por qué suponer un golpe a la equidad, si se articula con un sistema de becas, y de préstamos a universitarios que funcione. Y digo que funcione porque en materia de educación el fraude en becas es enorme. Si se subvenciona a los que menos renta tienen y muestran más resultados, realmente sí se estará consiguiendo una mayor equidad.

Los jóvenes que vienen de centros concertados, por una mayor calidad de enseñanza, o por otras causas menos patentes pero también existentes, obtienen mejores resultados académicos de los promedios de la educación pública, por lo que pueden decidir en una clara desigualdad qué titulación estudiarán, y los que tengan menos notas, con suerte quedarán por encima de las notas de corte de las universidades públicas.

Resultado: la universidad pública es más aprovechada por aquellos individuos de mayor renta, cuando se supone que debería ser lo contrario. Un aumento de las tasas universitarias podría hacer que los individuos de mayor renta se planteasen estudiar en centros privados, se podría primar el esfuerzo de los alumnos con mayor rendimiento, y con los recursos propios que se obtendrían, podrían mejorarse tecnologías e infraestructuras, y por qué no, las universidades públicas podrían competir contra las privadas en calidad de enseñanza, si el Sector Público las incentivara para captar alumnos. Si esto se llevara a cabo, el principal beneficiado sería el estudiante. España es uno de los países donde el coste de la enseñanza superior pública es menor .

Admito todo tipo de críticas por lo que hoy escribo, es algo que me llevaba corroyendo bastante tiempo, y que tenía ganas de expresar en un lugar de libre expresión como éste.



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